El sábado 16 de Enero en Galgos112 recibíamos a Blanc, tenía una pata herida, esa noche, hubo que amputarla.
Blanc se hirió, no sabemos bien cómo, una herida pequeña, que no fue curada en condiciones. La ironía que motiva este escrito es que Blanc no estaba en la calle, estaba ‘rescatado’, recogido en un sitio, y no es el primer perro al que le sucede algo así, desgraciadamente son muchos, muchísimos los perros que pierden algún miembro, o a los que les quedan secuelas, o mueren, sólo por desidia, por dejadez, por hacinamiento.
La urgencia por sacar un perro de la calle, o recibir un perro porque su dueño lo quiere tirar, es otra de las lacras a erradicar en este ir pidiendo por los derechos de los animales.
Las personas que por querer sacar a un perro de la calle lo mete en sitios infames, donde enferma, adelgaza, se traumatiza, y /o muere, no quieren hacer algo malo para el perro, pero lo hacen, con su buena voluntad, con sus buenos deseos, dejan de lado el sentido común, y encierran a un perro en una jaula, que en poco tiempo se convierte en un infierno, por suciedad, por amontonamiento, por dejadez de sus cuidadores. Lo mismo que esos otros que recogen perros de gente que quiere deshacerse de ellos, nada bueno hacen facilitando a estos impresentables el camino al abandono.
Sé que mucha gente no estará de acuerdo con lo que digo pero para mí es vital a la hora de rescatar un perro, si no puedo hacer nada mejor por él, debo dejar que tenga la oportunidad de que alguien lo haga, y se puede hacer mucho, pedir ayuda es la primero, hacer lo imposible porque ese perro esté mejor, pero encerrarle y olvidarme pensando que ya he hecho mi buena acción del día, es para mí monstruoso. Hay que saber muy poco de perros para pensar que un perro encerrado está mejor que buscándose la vida. Es verdad que la calle no es el mejor sitio, y un cazador tampoco lo es para un galgo como Blanc, pero seamos sensatos, ¿qué podemos ofrecer ?
Conozco demasiada gente que chilla y grita diciendo ¡urgente! ¡Sacarlo de la calle!, Y mucha gente se enfada cuando un animalistas con conciencia les dice que ‘no tienen más sitio en su refugio’, porque ese sabe que amontonar perros no es salvarles.
Demasiados insisten en que en un refugio están mejor, yo no puedo decir lo mismo.
Los refugios son deprimentes, los limpios son deprimentes, los otros son mortales, los perros están tristes o nerviosos, resignados o abúlicos.
La mayoría de las perreras son inmundas, pero estos perros de las perreras, están alli porque alguien ha llamado para que los recojan o han sido llevados por sus dueños.
Me sorprende y me indigna que demasiada gente no sepa la vida que le espera a un perro en una perrera y que no lo sepan por no querer enterarse.
Pero mi llamado de atención es para los que amamos a los animales, para que nuestro compromiso sea hasta el final, si salvamos a un perro, lo salvamos, no lo dejamos morir en el olvido de una jaula.
La gente, «rescata a un perro» , te llama para que le quites el problema o lo mete en una jaula porque «he hecho todo lo que podía». Y yo pregunto ¿seguro?, porque yo no estoy tan segura, has hecho sólo la parte fácil…
Y entonces recurren a otra persona, a otro refugio, aotra Asociación, el caso es que «han hecho todo lo que podían».
Pues bien, piensen, que quizás por no colaborar, por no acoger, les quitan el sitio a otro, que no se lo merece menos o que quizás hasta la urge más.
Y si lo dudan, les invito a visitar cada día al animal que dejó en el Refugio y juzguen ustedes mismos.
Un Refugio NO es un almacén de perros.