GERENA (SEVILLA) 2006

Cuando pido que se prohíba la caza con galgos, con perros, con armas, toda la caza, me dicen que estoy loca, quizás lo esté. ¡Bendita locura pacifista la mía!.

¡Las armas las carga el diablo!, lo dicen todas las abuelas de todas las generaciones, pues debe ser verdad, ¿cuándo una abuela ha dicho algo que no sea verdad de la buena?, la mía nunca, ella siempre decía ‘grandes verdades’, tan grandes que algunas no las he comprendido aún.

Tres, no uno ni dos, tres en menos de una semanas, tres niños heridos graves por disparo de escopeta, dos, su propio padre; el otro, un pariente cercano. ¿Es que estáis locos de remate?

Uno dijo que la escopeta estaba en el suelo y el niño la cogió y solito se disparó un tiro en el pie, ¿A quién se le ocurre dejar en el suelo una escopeta cargada?…

El otro dijo que la dejó apoyada en un árbol, la escopeta resbaló y de dio en todo el pecho al niño. ¿Es un árbol un sitio donde dejar una escopeta cargada?…

El tercero tuvo cojones de decir que fue un tiro suyo que dio en el cuerpo de su hijo, plagadito de perdigones le dejó el trasero y las piernas. ¿Es que tiráis al bulto?…

Creo que no tenéis decencia, ni un ápice de sentido común, eso creo, porque el colofón lo puso el gobierno diciendo que la responsabilidad es enterita del dueño del coto de casa. Es que tenéis lo que os merecéis.

Niños en Terapia Intensiva y padres locos.

Me dice un cazador: ‘Es que nos gusta ir a cazar’. Y ¿qué cazáis? Porque ya está todo construido, cercado, y no queda sitio para animal salvaje, y los animales salvajes están casi todos exterminados, porque no paráis de disparar, así termináis acribillando a vuestros propios perros, o bien, a vuestros hijos.  Todo por disparar y sentiros que vuestro pene crece.

¡Salir ya del espejismo!, sois eunucos del sentido común, os repito lo que siempre decía mi abuela: ‘las armas las carga el diablo’ y ella nunca mentía.