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Esta preciosa podenca fue recatada de la perrera porque la iban a sacrificar ya que había tenido un ataque epiléptico, que, hasta donde sabemos, no se ha vuelto a repetir.
Su salvadora, Nati, me ha pedido que busquemos una casa de acogida para ella, y así poder valorar su estado de salud.
Es una perra pequeña, jovencita (menos de un año), es muy dulce, y necesita una situación estable.
Por favor, es muy urgente.
Son muchos los podencos abandonados que nadie ve, las perreras están llenas y mueren cada día de olvido y enfermedades.
Los cazadores aprecian mucho a esta raza de perros mientras estén en óptimas condiciones de trabajo, pero en cuanto tienen cualquier problema, generalmente provocado por la misma actividad, se dehacen de ellos sin siquiera pensarlo.
Los perros no tienen seguridad social, ni paro. Si alguien no les ayuda, agonizan hasta morir.