Oto llegó caminando lentamente a la casa de una animalista, y allí se dejo caer, parecía dormido, pero estaba exhausto; su instinto de supervivencia le había hecho seguir una energía de vida. Y en su puerta se quedó esperando su final.

Pero esta mujer entendió su mensaje y como bien pudo (Oto es un enorme labrador de unos 40 kg de peso) lo metió en su coche y lo llevó a la veterinaria.

Allí le conocí, Oto tenía el cuello y la cabeza llena de heridas infectadas, los gusanos campaban a sus anchas de un agujero a otro, una de sus orejas a medias arrancada, gran parte de la carne de la oreja y cara necrosadas, una raja de 3cm de profundidad y 6cm de largo en el cuello, un corte en la cabeza, y muchos muchos agujeros.

El agua oxigenada entraba por una herida y salía por otra, toda la carne del cuello estaba despegada de la tremenda infección que Oto padece.

No sé si salvará su vida, pero está luchando, se ha dejado curar cada herida, durante horas.

Cuando pudimos ver cuántas heridas y su situación, llegamos a la conclusión de que Oto ha sido utilizado como sparring. Todo encaja.

Una marca alrededor del cuello donde se adivina una cuerda, una herida de cuchillo en la parte superior del cuello, otra herida, de hacha pequeña, en la parte superior de la cabeza y muchos agujeros de dientes a los lados del cuello y en la parte superior del cuello y cabeza. Una oreja casi arrancada de un mordisco, y la otra mordisqueada.

Es una deporte de hombres de pene pequeño y estupidez grande.  Entrenan a sus pitbull para peleas clandestinas (aunque las peleas de perros es algo muy, demasiado común en Andalucía) cogiendo a un perro de contextura grande, si es posible, (si no, cualquier galguito les vale para sus juegos) lo amarran a un palo y le hacen algún corte para que sangre y se retuerza, esto pone al pitbull en alerta y ataca mordiendo siempre en el cuello y la cabeza.

Si ya la situación es dantesca, de película de terror, la tortura continúa porque a estos perros nadie les cura sus heridas, normalmente son abandonados en cualquier sitio y van muriendo poco a poco a medida que la infección va abriéndose camino en su cuerpo, como si de la edad media se tratase, estos guerreros a la fuerza, si no mueren durante la tortura a la que so sometidos, van muriendo poco a poco, pero ellos no tienen mallas de metal que les protejan de los cortes.

Oto lucha por su vida porque ha conseguido encontrar a una persona que lucha por él, pero hay muchos Otos muriendo por los campos y ciudades de toda Andalucía, nadie les ve, nadie les oye, para la mayoría de las personas, estos perros no existen. Pues ya lo sabes, existen, y son muchos.  Es más, mañana puede ser el tuyo, no le dejes deambular solo por la calle, no te desentiendas de tu perro, y denuncia si sabes de alguien que se dedique a las peleas de perros, porque allí no sólo mueren los pobres pitbull y perros de cuello fuerte, sino muchos perros que deambulaban cerca de donde estos desgraciados entrenan a sus pobres perros locos.

Para ayudar a la recuperación de Oto por favor pincha aquí : http://elrefugioescuela.com/oto/