A Suky lo tiraron a un canal luego de que algo (no sabemos qué ) amputó los dedos de su manito.

Allí estuvo no sabemos cuánto tiempo hasta que unos niños lo vieron y lo rescataron, Suky estaba muy delgado y su manito era un colgajo de carne podrida, olía mal y no tenía buen aspecto.

Rosalía es enfermera y lo curó durante la primer semana, le recotó la carne muerta y limpió su herida.

Hace una semana que está con nosotros y Suky, a pesar de no tener manito, de las curas diarias y de su leve cojera, es un cachorro como tantos de 3 meses, activo, alegre y muy curioso.

Esperamos que pueda crecer piel sobre su patita porque en este momento está en carne viva, le falta la primer falange de todos los deditos, sin embargo él apoya su pata cuando está vendada. Será necesario que también le crezca almohadilla, ya que si apoya sólo sobre la piel, se producirán úlceras y al final tendremos que amputar la pata a la altura del hombro.

Suky es joven y se siente fuerte, así que tenemos muchas esperanzas de que todo vaya bien. Aún así, si hibiera que amputar, Suky seguirá siendo un perro feliz, él ya no se acuerda de su accidente, ni de que le tiraron, ni que nadie le quería en su casa. El corre, juega y es feliz.

Espara, eso sí, una familia para él, su estancia con nosotros es temporal, sólo mientras esté su patita mal, pero las curas se las puede hacer cualquier persona que quiera darle a este peque una vida de perrito adoptado.