Quizás un día seamos capaces de dar un paso alejándonos de la barbarie de seguir considerando ‘fiesta’ a la muerte bajo tortura de un toro.

‘Por la defensa del toro bravo’,  dicen los asesinos, ‘por la defensa de la vida’, digo yo, porque el olor a sangre no me seba, porque el sufrimiento no me alienta, porque la muerte es cosa de la vida y no de una mentalidad retorcida, y reniego de una fiesta de sangre, de un circo de maltrato, de unas luces de mentiras.

En este extraño juego de muerte, con pinchos y espada se acorrala a un toro bravo y cuando el miedo le hace buscar maneras de escapar de su tormento, disfrazan su huida diciendo que son feroces y bravas embestidas de asesino, pero a mi no me engañan.

Porque la  verdad es que un toro, es una vaca macho, que jamás atacaría a un hombre por la sencilla razón de que no come carne, no compite ni competiría nunca con un humano.

Ganado pacífico, ganado doméstico.

Semental muy valorado en otros lados, es aquí martirizado, acorralado, ¿cuál es la ‘valentía’ de una persona que se enriquece, en dinero y vanidad, dando muerte de mezquina manera a estos colosos de mirada mansa?.

Torturar a un toro sigue siendo una diversión porque se invierte mucho dinero en ese mundo de padrinos, y ahijados, extraña familia la taurina, donde el toro nunca tiene su ‘alternativa’, sino la humillación y/o la muerte…, injusta muerte…

Una retorcida declaración de los defensores de esta vileza sostienen que el toro no sufre. Y yo pregunto a este declarante:  ¿Es posible no sufrir con unos cuantos ganchos clavados en tu espalda?, ¿es posible no sufrir cuando tus piernas se doblan de debilidad porque has perdido mucha sangre y te caes, porque te estás muriendo? ¿es posible no sufrir cuando el miedo se ha hecho cuerpo en tu cabeza y estás ciego de confusión?

¿Por qué no lo intentáis? Por qué no os claváis unos hierros y corréis en círculos, mientras algún amigo vuestro se burla porque vais locos de dolor? ¿Por qué no probáis en vuestro cuerpo si es verdad que sufre o no sufre un toro?.  Y que os corten las orejas al final..

Nada os da derecho a mal matar a un ser vivo por placer, por diversión, ante las risas y la euforia de unos cuantos locos por la sangre, que han invertido en ello mucho dinero.

La plazas de toros, y las corridas en ellas celebradas son la imagen más bárbara que esta  España  europea y primermundista puede dar.

No podemos seguir dejando que los sostenedores del ‘todo vale por la pasta’ se llenen los bolsillos con la vergüenza de todos.

Si quieres una España mejor, un sitio de paz, no permitas que tu dinero financie esta cruel  diversión.